Sergio del Molino. Un tal González
Sergio del Molino
Un tal González
Alfaguara, 2022
373 pgs.
Sergio del Molino, autor joven pero muy en alza desde “La España vacía”, libro
que no sólo fue superventas sino que abrió todo un debate en la sociedad y la
política del país sobre el tema que toca, la despoblación de amplias zonas de
España, se atreve ahora con una muy elogiosa biografía semi novelada de
Felipe González, seguramente el personaje público de mayor trascendencia de
nuestra historia.
Debo decir, antes de nada, que nunca me fue simpático el personaje, al
que siempre he encontrado altanero, soberbio, pagado de sí mismo y, desde
luego, nada socialista ni obrerista ni de izquierdas. Pero le reconozco sus
virtudes, y que como ampliamente señala el autor, cambió este país mucho y
para bien, modernizándolo, dotándolo de una estupenda sanidad pública,
educación media y universitaria gratuita o al menos barata y al alcance de
cualquiera, sistema justo de pensiones, subsidios, servicios sociales,
infraestructuras modernas, etc. Hay que ser muy ciego para negarle a sus
muchos años de gobierno todos esos logros, pero a mi juicio fueron hechos
desde un exceso de pragmatismo, sin contar con los agentes sociales,
abrazando el neoliberalismo, el credo atlantista, aliándose con el gran capital,
todo ello sin ningún asomo de autocrítica ni sonrojo, sabedor como debía ser
de que esos no eran los principios de unas siglas tan respetables como las del
PSOE, partido que manejó con mano de hierro y que bajo su férula pasó de ser
un partido de clase histórico, con una impecable trayectoria historicista y
emancipatoria a una desideologizada máquina de ganar elecciones.
Del Molino pasa a enumerar todos los logros de Felipe, repasando su
trayectoria desde su primera juventud como universitario sevillano que ayudaba
a su padre en el negocio mientras estudiaba derecho aplicadamente y
participaba en algunas algaradas universitarias antifranquistas. Recorre los
congresos del exilio en Francia, adonde iba Felipe conduciendo un modesto
utilitario, alojado en pensiones baratas, discutiendo con LLopis y su guardia
pretoriana, todos ellos personas de una trayectoria y una ética intachables. Y
Felipe los descabezó en Suresnes, como es bien sabido, para dar paso a una
nueva estrategia muy alejada de los ecos de los perdedores de la guerra civil
que aguardaban en sus tristes exilios la muerte del tirano.
Del Molino pasa entonces lista a su trayectoria desde la admiración y sin
asomo de crítica, las primeras elecciones, el sorprendente resultado de las
mismas, en las que un partido de apenas cinco mil afiliados hacía tres o cuatro
años y desaparecido (aunque no explica el motivo de dicha desaparición, que
es bien simple: Franco se encargó de fusilar a dirigentes y militantes con una
contumacia feroz, consiguiendo su propósito de descabezarlo, pero como se
vería cuarenta años después, no el de borrarlo de la memoria de la gente)
quedó segundo con millones de votos, la victoria de octubre de 1982, los
primeros gabinetes, la ilusión que despertó en el pueblo, etc.
Pero pronto vinieron los desengaños: el citado exceso de pragmatismo,
el alejamiento del sindicato hermano, la guerra sucia contra ETA, la corrupción,
la soledad del poder, el enfrentamiento con una prensa que le había dado carta
blanca, la manipulación de RTVE, etc etc….No entiendo que un autor de la
inteligencia de del Molino no se pare apenas a hacer recuento y lanzar una voz
contra tanto desafuero, pero el libro, estupendamente escrito y documentado,
es una loa, no hay que buscar más allá.
Aunque centrado en Felipe, salen reseñados algunos compañeros,
sobre todo Guerra y la más que decente ex primera dama, una Carmen
Romero que tengo para mí que nunca se encontró a gusto en su papel sino
que intentó ser ella misma, una intelectual ligada al devenir de la crítica UGT,
feminista, deseosa de ese rincón propio que reclamaba Virginia Woolf.
Pese a mis reticencias hacia el personaje de González reconozco que es
muy probable que sin su labor, un PSOE que hoy intenta retornar a sus raíces
y hace una política realmente de izquierdas probablemente no podría hacerla, y
no voy a entrar en las sucias maniobras del ciudadano González por cargarse
este PSOE actual que tanto le molesta, probablemente porque le hace verse
reflejado es un espejo cuya imagen no le gusta.
Del Molino ha escrito un gran libro que nos sirve a los que tenemos
cierta edad para refrescarnos la memoria y situarnos en el presente, y espero
que sirva a los más jóvenes para ir conociendo su historia, para lo que ya va
siendo hora.
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