Alvaro Pombo. Santander, 1936
Alvaro Pombo
Santander, 1936
Anagrama, 2023
329 pgs
P.V.P.: 18.90 euros
Había
leído hace unos años Donde las mujeres
y otra novela cuyo título no recuerdo de Álvaro Pombo, y ambas me gustaron.
Ahora me he decidido por leer su último trabajo, Santander 1936, llamado por el para mí siempre atrayente tema de
nuestra guerra civil.
Pombo ha sido miembro durante toda
su corta historia de Upyd, un partido que personalmente me parecía que
representaba lo más rancio del nacionalismo españolista, pero vistos ahora los
partidos que aparecen en el extremo de la derecha, constatamos que todo puede
ir a peor.
En este trabajo Pombo novela la
historia de su propia familia, concretamente la de su tío, de igual nombre que
él y su abuelo, durante los años de la República y el comienzo de la guerra
civil en Santander. Su abuelo fue, según confesión del autor en su obra, hombre
de ideas avanzadas, azañista de primera hora, miembro de una burguesía antaño
pujante pero venida a menos, casado brevemente con una mujer de ideas modernas
que se cansó del hastío de Santander y se fue a París a buscar fortuna
abandonando a su familia. La obra narra con buen pulso la penosa peripecia de
su joven tío Álvaro, que al volver de estudiar en Francia y desengañado por las
peripecias de su peculiar familia busca refugio en Falange, lo que le acarreará
una temprana muerte al poco de comenzar el conflicto.
Sin entrar mucho en detalles,
Alvarito es detenido al poco del alzamiento nacional, encerrado en comisaría,
llevado poco después a un buque prisión y allí asesinado antes de acabar el
fatídico 1936. El chaval llevaba una vida cómoda en la casa paterna, con
servicio, comida caliente, comodidades y pocas o ninguna obligación. Pombo toma
así el inteligente partido de reflejarnos lo absurdo y cruel de nuestro ya
lejano (¿seguro?) conflicto y lo injustos y crueles que fueron ambos bandos,
sin cargar las tintas sobre ninguno de los dos, siendo así equidistante, aunque
a través de la figura de su abuelo se puede apreciar cierta simpatía por las
ideas de don Manuel Azaña.
Novela bien escrita, nada
revanchista sino buscadora de consenso, ponderada y sin abrumar con datos sobre
su familia, es un buen ejemplo de lo que debe ser novelar sobre la guerra civil
española. Y apostillaría que ya va siendo hora de que nuestra derecha oficial,
si de veras pretende asimilarse a la europea, debería tener una postura más
honesta sobre el tema de esta novela.
Comentarios
Publicar un comentario