L'impossible retour.


Olivier Guez.

L’impossible retour: Une histoire des juifs en Allemagne depuis 1945.

Editions Flammarion, 2009.





Olivier Guez, autor francés de moda por su último libro, una novela sobre Mengele, aporta extraordinarios datos sobre la posguerra en Alemania en este excelente estudio sobre, en principio, el retorno de algunos judíos a dicho país al acabar el segundo conflicto mundial.

                        El autor francés se para a analizar algo que muchos ya sabíamos: que en la posguerra, la Alemania de Adenauer e incluso la posterior estaba plagada de nazis en todos los altos cargos de la administración, los ministerios, la justicia, el ejército, las empresas, la policía, etc. Se ha necesitado prácticamente llegar al comienzo de este siglo para que el país centroeuropeo normalice su complicada historia y su encaje en las democracias occidentales, grupo al que sin duda pertenece.

                        Guez pasa una temporada en Berlín charlando con esos judíos que volvieron a Alemania, ya sean ancianos o segunda generación, y a través de sus testimonios conocemos la evolución de un país a lo largo de setenta años, con todo ese esfuerzo que ha hecho por borrar un pasado tan vergonzoso y reconciliarse con el ser humano. De hecho, Alemania hace ya años que es el país que tira de Occidente y nos da dinero cuando no tenemos y lidera el mundo libre, eso se lo tenemos que reconocer.

                       

                        Pero esto por supuesto no fue siempre así y el resquemor del pueblo judío con sus verdugos ha sido atroz, hasta el punto de que no se establecieron relaciones diplomáticas entre Alemania e Israel hasta fecha tan tardía como 1965.

Al otro lado del Muro, la RDA fue bastante menos tolerante con los pocos judíos que tenía, que sufrieron durante muchos años el antisemitismo que a menudo los regímenes comunistas compartieron con los fascistas.

Entre esos judíos alemanes hay de todo, desde componentes de la escuela de Fráncfort hasta políticos, normalmente socialdemócratas, pasando por algún que otro activista de la tristemente famosa banda Baader Meinhoff.

                        Cuando cayó la URSS miles y miles de judíos de esa zona llegaron a Alemania, donde el estado ha sido solidario con ellos y han supuesto la supervivencia en dicho país de un grupo que era muy escaso.

 Con todas las dificultades de integración y con todo lo que cuesta

enterrar un pasado, según este espléndido libro podemos considerar hoy cerradas, o casi, las heridas provocadas por el comportamiento de los nazis y a Alemania, como decimos, como a uno de los países más civilizados del planeta.





           





                       






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