Hotel Roma

 Pierre Adrian

Hotel Roma

Tusquests, colección andanzas

Abril 2025, 198 pgs.




Supongo que Pavese está muy olvidado hoy día, incluso puede que en su país natal. Lo primero que leí de él fue su famoso diario, que tengo en una vieja edición de libro amigo de Bruguera de 1981, con el título "El oficio de vivir, el  oficio de poeta" en una excelente traducción de Esther Benítez. Y debí leerlo a finales de los lejanos 80, poseído por la melancolía del creador, por lo que no me resultó difícil dejarme impresionar por este magnífico y angustioso dietario, que cubre los años que discurren entre 1935 y 1950, año este último de su conocido final. Por esa misma época vi en el cine "Un hombre enamorado", filme en el que Peter Coyote da vida a un actor que interpreta, a su vez, a Pavese.

El autor de este interesante libro se encuentra subyugado por la vida y obra del autor piamontés, y en pleno confinamiento va a Italia en busca de sus huellas.  Y en Milán recorre las mismas calles que él, en busca de su figura, sobre todo de pistas sobre su último verano, que fue el último verano de nuestra juventud. Pues el diario de Pavese es de esos libros que te dejan touché a los 19 o 20 años, como El libro del desasosiego, La metamorfosis, Dublineses, El gran Gatsby,etc.

Pavese era ante todo un esteta, un enamorado del amor, siempre quejoso del poco caso que le hacían las mujeres, y aunque llegó a militar en el PCI y a mediados de los años treinta cumplió la famosa pena del confino no parece que se implicara demasiado políticamente, no estuvo en la resistencia, fue declarado no apto para combatir debido a su delicada salud, y en el oficio no menciona nunca el fascismo, ni la guerra, ni aparecen alusiones a los bombardeos, ni nombra al tirano. Todo son lecturas, divagaciones, paseos, desengaños amorosos......

Fue amigo de los grandes intelectuales de su época, Natalia Ginzburg, Calvino, Eunaidi, etc..y se movió en esa órbita y trabajó en sus editoriales y en ellas publicó. 

Hacia el final de su corta vida fue reconocido y premiado, era famoso, incluso disponía de dinero. Pero la angustia lo atormentaba, la sombra del suicidio, que lo persiguió toda su vida, se cernía sobre él en aquel tórrido verano de 1950. "Lo han hecho señoritas...ya no escribiré más" . Así, en agosto de este año cogió una habitación el el Hotel Roma,en Turín,  estaba destrozado, vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Intentó localizar a sus amigos, los llamó, pasó por el periódico, por la editorial, estaban todos de vacaciones. Escribió una carta desesperada a su querida hermana María. Finalmente, la noche del 27 de agosto de 1950, ingirió una dosis letal de somníferos. Como diría  Borges, su historia es la de cualquiera de nosotros.


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