la Cordillera

La cordillera.

Director: Santiago Mitre

Int: Ricardo Darín, Dolores Fonzi.

Había visto un par de cosas de Mitre, el estudiante, que me gustó, y Paulina, que me pareció un panfleto peronista infumable, un recorrido por las nostalgias de la revolución que hoy no viene a cuento.
Pero en esta cinta cambia sus registros militantes para centrarse en una crítica del poder, en un estudio de la condición humana, de las relaciones paterno-filiales, todo ello aderezado con tintes de thriller.

Darín interpreta con aún más tino de lo que en él es habitual a un presidente de argentina que pretende ser un hombre sencillo pero que es complejo, reconcentrado y calculadamente ambiguo. Centrada la cinta en una cumbre de presidentes latinoamericanos que defienden intereses regionales contra los siempre entrometidos gringos, radica ahí el mayor acierto de la película, en una exposición coral de ambiciones y miserias, donde destacaría al impresionante actor que da vida al premiere mexicano.
El mandatario argentino se ve forzado a reclamar a una hija problemática, y esa relación con ella es lo que flojea en la cinta: pese a descubrir el lado humano del político (que donde de veras se muestra es en la entrevista con la impagable Elena Anaya), está mal expuesto todo el embarullado asunto psicoanalítico de los sueños y traumas de Marina, que me parece un claro fallo de guión.

Pero los paisajes andinos, la nieve, esas carreteras serpenteantes, un hotel angustioso y unas subtramas que nos muestran la suciedad inherente al poder hacen de la cordillera una apuesta valiente, alejada de lo trillado, una cinta inteligente que merece difusión y premios.