Van Gogh, a las puertas de la eternidad.

Dirección: Julian Schnabel.

Guión: Jean Claude Carriére, Julian Schnabel, Louise Kugelberg.

Int: Willen Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac

Biopic o retrato de los últimos meses de vida de Vincent Van Gogh, uno de los gandes artistas de todos los tiempos a la vez que sin duda uno de los más malditos y desequilibrados.  Precisamente me encuentro ya terminando la magna biografía que sobre el artista escribieron hace poco Naifeh y White Smith, y veo que el director toma como buena la teoría de estos autores sobre el fin del pobre Vincent, o sea, puede que unos chavales le disparasen. 

Schnabel no opta aquí por el trazo grueso ni lo comercial, sino que nos aproxima con fidelidad a la época,  a las circunstancias últimas de Van Gogh, a su compleja personalidad, y lo hace con abundancia de primeros planos y con cámara en mano buena parte del tiempo para intentar así hacernos partícipes de su relato. Hay además una buena fotografía y la interpretación de Dafoe es magnífica, como en él suele ser habitual. Pero en el fondo no aporta, pese a sus logros, esta cinta gran cosa, quedando para mí como definitiva sobre el asunto la de  Pialat, otro maldito, un cineasta al que nunca se ha reconocido.